A China no hay quien la pare.

Si en enero pasado China se ubicó en el lugar que ocupaba Francia: quinta economía a nivel mundial, hoy ya es historia. El último estudio del Banco Mundial -ampliamente difundido en la prensa nacional e internacional y en algunos blogs locales- la ubica en la cuarta posición desplazando al Reino Unido.

Sólo le queda por delante Estados Unidos, Japón y Alemania. Poca cosa para el gigante asiático cuyo crecimiento esperado para este año superará el 9%, muy por encima del 1,7% pronosticado para Alemania.

De continuar esta carrera imparable, China va directo a ubicarse a la cabeza de las economías mundiales. Este estudio lo da por sentado: En el año 2050 China tendrá un PIB -en términos de paridad del poder adquisitivo (PPA)- 26% mayor al de EEUU. La firma Goldman Sachs, es más audaz aún. Su apuesta es para el 2040. Pronosticando además al nuevo team que liderará la economía mundial: China, EEUU, India, Japón, Brasil y Rusia.

Contraste


Pese a las magnitudes macroeconómicas, la economía china sigue estando entre los últimos países del mundo en cuanto a ingreso per cápita, indicador que la sitúa en el puesto 128, por detrás de estados como Gabón, Namibia o Bostwana.

Y si de distribución de riqueza se trata, China no es el mejor ejemplo. Posee una distribución que no es de las más equitativas en el mundo. Para partir un dato: China concentra al 18% de la población pobre del mundo. Y para continuar, cuenta con más de 85 millones de habitantes que viven con menos de un dólar diario.

La Academia de Ciencias Sociales de China también reconoce esta distancia entre ricos y pobres. Durante el año 2005 informó que el ingreso disponible per cápita de las familias más ricas -que constituyen el 10% de la población urbana- fue 8 veces más alto que el de las familias más pobres del campo que constituyen también un 10% de la población rural.

Por su parte el coeficiente GINI –que también nos habla de una sociedad con una alta disparidad social- se ubica en un peligroso 0,447 y podría ser más alto aún ya que algunos grupos de elevados ingresos no están considerados en su cálculo.

Para finalizar está el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que en el caso de China tampoco es muy atractivo. Una vida larga y saludable, acceso a la educación y un digno nivel de vida -todas variables que conforman este indicador- son todavía privilegio de unos pocos. De acuerdo a un ranking realizado por el PNUD, en el 2004 los chinos ocupaban lugar 94 y en el 2005 siguen estando muy por debajo

Mientras China busca la fórmula para superar esta brecha, su economía continuará con un crecimiento sostenido y demás está decir que cuando la Nasa llegue a la luna nuevamente en el 2020, los chinos la estarán esperando.

Economía para no Economistas