¿Cobran más los empleados públicos que los del sector privado?

Retomo la tradición reporteril de NeG para informar sobre el 37 Simposio de la Asociación Española de Economía (SAEe), organizado esta vez por la Universidad de Vigo, que tuvo lugar los pasados días 13 al 15 de diciembre. Se presentaron 283 trabajos, 106 de ellos de doctorandos que participaban en el mercado de trabajo, presentando y entrevistándose con universidades y centros de investigación con plazas (algo bien difícil de encontrar ahora mismo).

Aparte de esos trabajos, cuya selección corrió a cargo del comité científico, hubo cuatro conferencias invitadas, de: Olympia Bover acerca de las expectativas de los hogares sobre los precios futuros de la vivienda en España, Maia Güell sobre el sistema de asignación de colegio en Barcelona, Tim Kehoe sobre la crisis económica española  y Stefania Albanesi sobre las implicaciones de las brechas de género en la participación y el paro. Los textos aún no están disponibles, pero valdrá la pena leerlos cuando lo estén.

De entre las ponencias que vi, voy a hablar de una de gran actualidad. El pasado mes de octubre el INE hizo pública la edición 2010 de la Encuesta de Estructura Salarial indicando, entre otras cosas que el salario anual en el sector público fue un 30.8% más alto que el salario medio o, en otras palabras, que la brecha entre el salario anual medio en el sector público y el privado es de un 40%.

Dicho así, el dato puede más bien confundir que aclarar. En primer lugar, porque la encuesta no incluye entre los empleados públicos a los funcionarios adscritos a mutualidades –MUFACE, MUGEJU (jueces) e ISFAS (fuerzas armadas). Si no me equivoco, los empleados de los ayuntamientos y de la administración general de las Comunidades Autónomas no están en MUFACE, ni los médicos. Los profesores y los policías, más los empleados de la Administracion Central del Estado, sí están. Según Cinco Días MUFACE tenía 972.114 afiliados activos en 2011, lo que supone un 30% del empleo público según la EPA. Es decir, que se deja fuera a una parte importante de los empleados públicos. No conozco el grado de homogeneidad de la retribución de los que están y no están (funcionarios y no funcionarios) en MUFACE y, por tanto, no sé si las diferencias serían similares si se tuviera en cuenta a todos ellos.

Además, en los datos conocidos, el dato medio esconde diferencias enormes por grupos de ocupación. Por ejemplo, como indica la propia nota del INE, la diferencia es del 65% en el grupo de operadores de instalaciones y maquinaria y montadores, pero del -9% (es decir, favorable al sector privado) entre directores y gerentes.

En tercer lugar, y más importante, la composición es distinta. Como señala un trabajo preliminar de Laura Hospido y Enrique Moral presentado en el Simposio, que emplea los datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales, en promedio los empleados públicos tienen más edad, están más cualificados y trabajan menos horas pero sufren mayor temporalidad (recordemos la exclusión de los funcionarios afiliados a mutualidades). Por eso es necesario hacer una estimación de las diferencias salariales a igualdad de características de los trabajadores. Por ejemplo, como nos contó Sara de la Rica, la aplicación de este tipo de cálculo a la diferencia salarial entre hombres y mujeres la reduce del 30% en términos brutos al 14%.

Como explicaba la propia Sara, al tener en cuenta esas características buscamos aproximar la productividad de los trabajadores. La pregunta por tanto es: ¿cuál es la diferencia de salario por hora trabajada entre dos trabajadores, uno del sector público y el otro del privado, con igual edad, ocupación, región, tipo de contrato (temporal o indefinido) y tipo de jornada (completa o parcial)? Se estiman las diferencias para cada sexo y para distintos niveles de salario (percentiles, es decir, agrupaciones de los trabajadores ordenados por su nivel salarial en bloques, ver aquí).

El resultado de tales cálculos aparece en el siguiente gráfico, que muestra los percentiles de la diferencia o brecha entre el salario por hora trabajada en el sector público y el privado, para los trabajadores más cualificados (HS, grupos 1-3), ver los grupos aquí, p. 10. Las líneas continuas muestran las brechas brutas y las discontinuas las brechas a igualdad de características. Finalmente, las líneas negras corresponden a 2007 y las grises a 2010.

Gráfico 1. Diferencia de salario por hora de trabajadores de alta cualificación

El gráfico revela que si no se tienen en cuenta las características de los trabajadores se sobrestima la diferencia salarial para los más cualificados. El siguiente gráfico indica que, por el contrario, la diferencia se infraestima para casi todos los menos cualificados (LS non manual, grupos 4-7), para quienes las líneas discontinuas son mayores que las continuas:

Gráfico 2. Diferencia de salario por hora de trabajadores no manuales de baja cualificación

En segundo lugar, los trabajadores menos cualificados tienen un salario mucho mayor en el sector publico, de alrededor del 33%, tanto para hombres como para mujeres, en el salario mediano (el orden de magnitud es similar para los trabajadores manuales menos cualificados). La diferencia es mucho menor para los cualificados, de alrededor del 10%. Es más, para los hombres más cualificados la diferencia es negativa a partir de la mediana, mientras que para las mujeres es siempre positiva. Por último, la ventaja en favor de los empleados públicos se ha reducido entre 2007 y 2010 (entre otras cosas, por el recorte a los salarios públicos de 2010, del 5% en media).

Una diferencia de salarios por hora del 33%, para trabajadores con similares características, resulta excesiva. Más aún cuando en estos cálculos se considera solo el salario y no otras condiciones de trabajo –por ejemplo, el horario– o la mayor seguridad en el empleo de los empleados públicos (que debería generar una diferencia negativa, es decir, una brecha en favor de los empleados privados), si bien la reciente destrucción de empleo público no funcionarial ha reducido esa seguridad. Es posible que esa mayor remuneración se justifique por una mayor productividad de los empleados públicos. Esto no puede saberse, porque no es posible hacer una estimación fiable de esa productividad, pero lo considero improbable, por la mayor facilidad de despido en el sector privado cuando la productividad es baja y por las dificultades de proporcionar incentivos positivos o negativos a los empleados públicos (ver aquí).

Como es sabido, las cosas han seguido cambiando entre 2010 y 2012. Por un lado, los salarios del sector privado crecieron en media (según los convenios colectivos) un 3.75% entre 2010 y 2012, mientras que en el sector público se congelaron (además de la supresión de la paga extra de diciembre de 2012, que en principio es temporal). Por otro lado, las horas de trabajo en el sector público se han elevado por ley a 37.5 este año, mientras que la media previa era de 35. Estos cambios han reducido la diferencia salarial favorable al sector público, lo que le hará menos atractivo, en especial para los más cualificados.

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