Otra historia de Burbujas

Durante septiembre los datos de vivienda en EE.UU. sorprendieron al mercado con un alza luego del fuerte rumor que hablaba de desaceleración cuando en agosto el precio promedio de las viviendas cayó por primera vez en 11 años.

Constructoras e Inmobiliarias hacían sus peores pronósticos: caída en los precios, desaceleración y menores ganancias. Aumentando así la probabilidad del estallido de la burbuja inmobiliaria.

De ahí la sorpresa al ver los datos actuales. Algo similar ocurre en España donde la tan esperada explosión estaría tardando en llegar. Mientras, la gente tratando de vaticinar el futuro de las formas más insospechadas. Donde todo vale, hasta el Google Trends, para evitar estar en el epicentro cuando estalle la burbuja y bajen los precios.

Es que nadie quiere repetirse la historia de Tokio donde el precio de las viviendas cayó ininterrumpidamente durante 12 años o la de Shangai durante enero pasado cuando los corredores de propiedades vieron caer en casi dos tercios sus ingresos por comisiones de venta. O lo que está comenzando a ocurrir ahora en Sydney, donde las viviendas en algunos suburbios están sufriendo retrocesos cercanos al 10%. O como lo que se podría esperar que ocurra en la India, país que actualmente estaría en plena escalada de precios.

Cualquiera sea el caso, la historia nos ha enseñado que las burbujas económicas se distinguen cuando ya se ha producido el pinchazo, no antes. Lo cual acentúa aún más sus dolorosos efectos, tal como lo explica Yoshihisa Nakashima: su departamento hoy vale la mitad de lo que pagó hace 14 años, durante la burbuja inmobiliaria que afectó a Tokio en 1991.

La génesis de un fenómeno

Una burbuja descansa en las bajas tasas de interés, que permiten acceder a créditos baratos. Tentados por estas atractivas tasas, las personas entran al mercado inmobiliario dinamizando la industria de la construcción (que como se sabe tiene efecto multiplicador en la economía).


Este efecto multiplicador provoca mayor consumo que pronto hace temer un disparo en la inflación, generando un estado de alerta en la autoridad económica. Recordemos que el mejor método para enfríar el consumo es restringir la cantidad de dinero circulando, lo que se logra con un mayor precio del dinero. Entonces la autoridad comienza a subir las tasas de interés.

¿Qué ocurre entonces?. En algunos casos, consecuencias desastrosas.

La venta de viviendas se estanca, se comienzan a realizar rebajas y los propietarios observan que el valor de su casa cae por debajo de la deuda que tiene sobre esa misma propiedad. Tan repentinamente como habían llegado, los capitales se van. Todo el mundo trata de salir del mercado, mientras los anuncios “Se Vende” comienzan a poblar la ciudad y el anunciado estallido de la Burbuja Inmobiliaria se hace sentir.

Les dejo un video que encontré en el Blog Salmón. Se trata de una noticia elaborada por la cadena norteamericana ABC News donde explica de manera sencilla el fenómeno descrito. Por cierto, si bien el sonido es muy malo, está subtitulado.

Economía para no Economistas