Cuando pensamos en tarjetas de crédito seguro que nos viene a la mente un nombre en concreto, que no es otro que el de Visa, tanto que incluso se recurre a este nombre para referirse a la tarjeta. Su inconfundible logotipo en forma de paloma es una señal inconfundible para todos los que hacen uso del dinero de plástico.
En realidad la visa no está adscrita a un banco en concreto, sino que se trata de una entidad que gestiona a través de todo el mundo las operaciones que se realizan mediante esta popular forma de pago, de la cual se calcula que es usada por más de veinte mil instituciones financieras que generan unas ventas de aproximadamente tres billones de dólares al año.
La tarjeta Visa es una forma de pago aceptada en más de ciento cincuenta países, lo que la convierte en un medio de pago con mayores posibilidades que el propio dinero líquido, sobre todo para quienes necesitan tener a mano dinero y no tienen a su disposición un banco o algún otro lugar desde el que conseguir fondos.
También se permiten los pagos con Visa desde Internet, mediante algunos sistemas de control en línea que tratan de garantizar la seguridad de las operaciones, como los nuevos chips o los códigos pin o los códigos cvv.